En el momento que recibimos la solicitud del desarrollo de un protector «buco facial», por parte de Javier Andrés de GRUPO LA SUCURSAL y del equipo de investigadores de la UPV, Dolores Furió y Ruben Tortosa, nos obliga a la búsqueda y al estudio de lo que ofrece el mercado.
No puede ser un objeto invasivo, no puede generar la distorsión de la expresión y que tristemente la estamos confinando. Tiene que ser una solución funcional, ergonómica y transparente.
Trabajamos con la idea y se busca la solución para que un profesional que necesariamente debe llevar este objeto muchas horas, no le incomode. Que sea liviano, no le afecte y se olvide que lleva un elemento, el cual le permitirá hablar, expresar, comunicar las sensaciones en complicidad con el cliente.
Ver la luz que transmite una mirada, una sonrisa y compartir la satisfacción que se genera al degustar un plato de LA SUCURSAL, no puede quedar oculto. «Rafa Ortega»
La técnica, se basa directamente desde la ergonomía y la doble función. Protector y visera. Así permitir que el cliente esté protegido por las posibles partículas spray y apoyado por un saliente interno, que aumenta la barrera del aliento frenándolo. Y con un sencillo gesto el usuario levante la visera y pueda practicar el doble uso.